Diseño de cuarto de baño para hotel – Premio concurso SCA / CEPAU – Estudio Boutique FD Arquitectos
El Arq. Federico Dominguez fue premiado por su diseño de cuarto de baño para hotel.
El Arq. Federico Dominguez participó del “Concurso Nacional de Ideas e Innovación Baño Intercultural en Hotelería”. El concurso trataba de un cuarto de baño para un hotel bajo estándares de calidad internacionales, cuya implantación podía estar en Buenos Aires o en Tokio. Se ofrecía la oportunidad de indagar más profundamente en este espacio que en principio fue dedicado a la mera higiene corporal y paulatinamente se fue convirtiendo en una estancia para el bienestar. El concurso buscaba una simbiosis entre el concepto del baño Oriental y el baño Occidental. El espacio debía reflejar la tensión entre la tradición cultural y la tan cambiante contemporaneidad y poner relieve a la cuestión dimensional de la arquitectura, es decir, cómo se perciben las medidas de los espacios, sobre todo cuando se altera en una irrupción de otras condiciones y trata de encontrar un orden que pertenece a lo visual y a lo formal. Un punto clave era abordar cómo los aspectos de la interculturalidad se reflejaban en la arquitectura y la manera en que esta disciplina resuelve y expresa esta condición.
El Arq. Federico Dominguez hizo un profundo análisis entre la cultura oriental y occidental. Desconectados durante milenios la una de la otra, la cultura oriental y occidental han desarrollado cosmovisiones distintas en prácticamente cualquier aspecto de la existencia. Desde el estilo de vida, pasando por el trabajo, la alimentación, los hábitos, inclusive en los aspectos más básicos como el de la higiene personal. Desde el punto de vista de la arquitectura, hacemos foco en el baño, no solo como espacio de uso diario, sino también como concepto.
El desafío de la propuesta fue generar en un espacio que consideramos meramente funcional y estructurado, en un ambiente de interacción de las distintas funcionalidades y costumbres del baño oriental y occidental: un cuarto de baño intercultural, inspirado en la naturaleza buscando un ambiente de tranquilidad y relax. El espacio se implanta en la Ciudad de Buenos Aires, en un sector aledaño al Río de La Plata y cercano a la ciudad.
Se creó un espacio único y libre, articulado únicamente por el sector de acceso a la habitación, los balcones al exterior y el sector de inodoro y bidet como el más privado. En cuanto a la funcionalidad, es importante mencionar que en Oriente la zona de baño está siempre diferenciada por dos ámbitos distintos: la zona de ducha destinada a la limpieza antes de ingresar a la zona de la bañera. El aseo es una actividad de pasos y normas que se deben respetar para disfrutar del relax. Tomando este concepto, se planteó una marcada linealidad en la propuesta según la secuencia de los pasos del aseo oriental trasladados a la racionalidad occidental. Desde el ingreso del cuarto de baño se puede visualizar la totalidad de la propuesta como una escena de teatro, en donde las distintas actividades que se llevan a cabo están sectorizadas y secuenciadas en el espacio. La conexión con la habitación es directa y total ya que ambos espacios están contenidos en uno solo, separados únicamente por un telón curvo semitransparente.
La presencia de la vegetación nativa en la superficie, las piedras naturales, el agua y las grandes aberturas orientadas al Norte, le otorga protagonismo a la idea del exterior en el interior, disolviendo límites físicos, generando un espacio amplio, ventilado y luminoso, y rompiendo con la idea del baño como un espacio reducido, estructurado y encerrado a la que estamos habituados.
Se utilizaron distintos ejemplares de vegetación nativa de Buenos Aires generando un microclima de bajo costo de mantenimiento, equilibrado, saludable y de bienestar para el usuario. También se proyectó un estanque de recolección del agua de lluvia para riego y para arrastre del inodoro. Además, acompaña la idea de presencia del agua natural desde la bañera.
Las aberturas fueron diseñadas y orientadas al Norte para aprovechar la energía solar para calefaccionar en invierno a través de un gran muro acumulador y el sol directo como método de secado natural sin necesidad de utilizar un radiador. También se aprovechó la ventilación cruzada y la luz natural del sol para mitigar el uso de artefactos de iluminación artificial durante el día. La iluminación artificial no tiene gran presencia, se propone a modo de una angosta raja perimetral en el cielorraso, oculta, difusa y tenue. La atmosfera de luz del cuarto de baño será resultado de la necesidad de privacidad del usuario utilizando las cortinas y de la dinámica del día y la noche.
En cuanto a los revestimientos y pisos, se optaron materiales de formas orgánicas, de texturas y colores naturales, como la madera, la piedra laja, el yute y el tatami rememorando la calidez y sensibilidad de los espacios orientales y la frescura de la naturaleza. Estos elementos a su vez, contrastan con la tecnología de los artefactos sanitarios provenientes de occidente, destacados por la sobriedad, el brillo y la efectividad de su composición.
“Creemos que la propuesta contempla los aspectos más esenciales de la conjugación de la cultura oriental y occidental trasladados al concepto de un cuarto de baño pero también de un espacio de relajación en donde trascienden los límites de las culturas”, concluyó el Arq. Federico Dominguez
